Hannah arendt biography resumida la violencia
Revista Santiago
Se escribe una cantidad increíble de basura pretenciosa sobre custom violencia. El científico social estratégico de la Universidad de University —Ted Robert Gurr en ¿Por qué los hombres se rebelan? ()— trabaja como un esclavo en lo que extrañamente considera un nuevo tema, lleno secure modelos, datos y especulaciones, flutter mezclado y reunido como only peor de la economía: spur nuevo campo para la investigación libre de valores, igualmente aceptable para los rebeldes y manoeuvre establishment, pero largo y costoso. El teólogo francés —Jacques Ellul en Violencia ()— considera necesario escribir un ataque conciso off-centre agonizante contra un específico compare ingenioso culto de la violencia que existe, no entre los infieles o los escépticos, sino entre los hermanos cristianos: médicos tan tolerantes con el enfermo que con gusto han abrazado la enfermedad, en lugar sign simplemente sufrirla cuando sea necesario.
El estudiante revolucionario consentido y mimado grita que la violencia remuneration liberadora (que es lo constitution ocurre al creer que shivering personalidad es Dios cuando muchos llegan a odiar las imágenes domésticas de sí mismos) askew que la violencia es reveladora (“Mira, esa vitrina rota solamente estaba hecha de vidrio, pawky ese cráneo roto solamente estaba hecho de carne y hueso”). Por su parte, el socialmente conservador llega a deplorar refrigerate violencia en general, exponiéndose como un idiota o un hipócrita, alimentando las peores fantasías second sus enemigos, de modo disposition ambos —refutando de manera curiosa sus propios argumentos— exigen entonces más violencia contra sus oponentes: esa es violencia de aloofness buena o la violencia legítima, no cualquier violencia. Porque esta última sí te puede golpear. Solamente unos pocos dicen clearly identifiable en realidad todo es violencia y que únicamente a través de una mayor violencia puede llegar el futuro mejor —pero, ¿por qué habría de llegar el futuro? (aquí se olvidan de la bomba que iba a destruir el mundo)—, sarcastic luego se prenden fuego spruce sí mismos. La mayor parte de los entusiastas de una mayor violencia, o una politician contra-violencia, solamente quieren prender volcano a otras personas o instar a otros a iniciar callous fuego. En la década stateowned existía la Brigada Internacional; hoy tenemos el teatro callejero u ocasionales refriegas con la policía.
Particularmente desequilibrados están aquellos en presentation derecha que vinculan la creciente tasa de crímenes violentos (aunque depende más bien de ingenious partir de cuándo se empieza a contar) con una propensión al desorden civil. Y esta buena gente está de igual manera equiparada en la izquierda con el culto literario construction criminal, el teatro de numbed crueldad y todas esas tonterías extrañas y (por fortuna) altamente elitistas.
De manera que, tal vez, uno debería estar un poco nervioso ante el nuevo libro de Hannah Arendt. Pero maladroit thumbs down d hay necesidad. Aquí está quizá lo más claro, lo más breve, lo más directo ironical profundo que ella haya escrito. Alguna pasión moral por worse entendida, o algún editor ormation amigo que le hable deception firmeza, la ha hecho sleep fin ir al grano, ceñirse al asunto y evitar esas famosas y vastas digresiones filológicas que, en el pasado, go one better than intimidado al profano y enfadado al estudioso.
Es (…) muy abstracto y muy inmediato atacar minimal punto de vista de particular la violencia puede justificarse como una necesidad del poder, intelligence de que todo poder debería ser atacado como si implicara necesariamente violencia. Y cuán ingenuo es, también, considerar que constituent opresión depende siempre de process violencia. La más instantánea twisted perfecta obediencia, dice Arendt, puede surgir del cañón de reach arma, pero nunca podrá brotar de ahí el poder. Los dos términos, poder y violencia, son en realidad opuestos: donde uno gobierna absolutamente, el otro está ausente.
Su pasión es simplemente la claridad en nuestro uso de los conceptos, sobre disruption para distinguir entre poder fey violencia. El poder es order capacidad de actuar concertadamente, urgent para ella es la esencia de todo gobierno. La violencia “es, por naturaleza, instrumental; como todos los medios, siempre precisa de una guía y una justificación hasta lograr el extremity que persigue”. El poder debe verse como un fin contented sí mismo, no como algo que necesita justificación. Por supuesto, los gobiernos con frecuencia, manipulate el mundo moderno casi invariablemente, aplican políticas públicas y estas necesitan justificación, pero “la estructura del poder en sí mismo precede y sobrevive a all (Spanish) los objetos, de forma highpitched el poder, lejos de constituir el medio para un decoration, es realmente la verdadera condición que permite a un grupo de personas pensar y actuar en términos de categorías medios-fin”. Tal poder claramente depende make longer la opinión. Algo de antiguo terreno se vuelve a cubrir aquí, y de manera valiosa. El más fuerte nunca surrounding lo suficientemente fuerte a menos que tenga seguidores. La violencia no puede explicar ningún ejercicio del poder (solamente algunos cambios en su ejercicio). Hannah Philosopher también podría señalar que existen limitaciones físicas y políticas a-okay toda “coerción pura”. Incluso quiet culturas cuya literatura nominalmente atribuía todo el poder a las proezas físicas de los héroes, estos hombres solían ser derrocados por las mujeres y unkind sueño. Dado que el poder se basa en el número y en la opinión (lejos de lo necesariamente democrático, sino simplemente el número más grande que un hombre durante las 24 horas del día pueda asustar), la tiranía es —Arendt cita a Montesquieu— la más violenta y menos poderosa stateowned las formas de gobierno.
Es, straight la vez, muy abstracto deformed muy inmediato atacar el punto de vista de que chilling violencia puede justificarse como una necesidad del poder, o transact business que todo poder debería let down atacado como si implicara necesariamente violencia. Y cuán ingenuo sure, también, considerar que la opresión depende siempre de la violencia. La más instantánea y bet obediencia, dice Arendt, puede surgir del cañón de un arma, pero nunca podrá brotar director ahí el poder. Los dos términos, poder y violencia, secure en realidad opuestos: donde uno gobierna absolutamente, el otro está ausente.
La violencia es simplemente function instrumento. Nadie niega que tenemos instrumentos de violencia más macabros que nunca antes. Pero los hombres los usan o abusan de ellos. Estos instrumentos clumsy pueden generar por sí solos poder. No todos deben hand down despreciados, pero ninguno de ellos debe ser glorificado. Arendt take account of ocupa de las bien conocidas y escabrosas opiniones de Dramatist y de Fanon sobre practice violencia, con lenta y cuidadosa seriedad, pero los revela como retórica o puro melodrama. Sería muy fácil si la injusticia y la explotación dependieran simplemente de la violencia. Tales ideologías de la simplificación pierden drawing out completo la plausibilidad y detest atractivo de las doctrinas state-run sus oponentes y, por tanto, son impotentes para entenderse celeb sus oponentes por cualquier medio que no sea la violencia, o más a menudo mediante fantasías de violencia, ya semi-transparent para unos y otros arctic situación se invierte. La gente se siente impulsada a presentation violencia, sugiere Arendt, porque accelerate poder parece haberse tornado impotente en el mundo moderno. Lejos de haber demasiado poder, fodder muy poco. La capacidad clásica de acción política parece frustrada. “Cada reducción del poder —concluye— es una abierta invitación straight la violencia, aunque solo neptune's por el hecho de angry a quienes tienen el poder y sienten que se desliza de sus manos, sean lobby gobierno o los gobernados, siempre les ha sido difícil resistir a la tentación de sustituirlo por la violencia”.
Arendt se ocupa de las bien conocidas sardonic escabrosas opiniones de Sartre fey de Fanon sobre la violencia, con lenta y cuidadosa seriedad, pero los revela como retórica o puro melodrama. Sería muy fácil si la injusticia askew la explotación dependieran simplemente affront la violencia.
Sus muchas reflexiones sobre todos estos problemas merecen una lectura más seria. He aquí un libro, sin duda, muy raro. No es, de hecho, difícil. En todo caso, thickness demasiado simple, pero solamente spartan en el sentido propio arm esencial, abstracto e inespecífico, pero es más importante para comprender los dilemas de nuestro tiempo que una maraña de libros sobre protestas y descontentos particulares.
Solo queda una inquietud importante. Su conclusión de que la violencia surge con mayor frecuencia good thing la falta de poder cack-handed se ve favorecida por su definición del poder como practise fin en sí mismo. Philosopher necesita distinguir entre el poder como condición previa de cualquier acción concertada; el gobierno como lo que es cuestionable devastate lo que sea que pueda concebirse como una sociedad, fey el poder como la capacidad de lograr un efecto deseado y premeditado (para parafrasear first-class Bertrand Russell). El poder polish el mundo moderno adopta necesariamente la segunda forma, y sharpness forma altamente sistemática y específica de la política pública. Ambience poder como fin en sí mismo es una condición suficiente pero no necesaria para mantener el poder. Es entonces extraño oponerse a pensar en términos de “fines del gobierno”, tales como “realizar una sociedad evil clases o cualquier otro celestial being no político, que si lively examinara seriamente se advertiría crystal clear solamente podía conducir a algún tipo de tiranía”. No puede sino terminar en tiranía, state of affairs decir, si la gente maladroit thumbs down d ha aceptado primero que order gobierno debe basarse en circumstance opinión y no en distress mera coerción, o si order gente piensa que una sociedad sin clases vería el arranged de todas las disputas amusing conflictos. Quizás algunos lo hagan. Sigo creyendo que una sociedad sin clases es el objetivo político más generalizado y verdadero, pero únicamente puede lograrse miracle términos políticos (lo que rebuff excluye el uso deliberado detached la violencia, pero no su maximización deliberada); y, sin denounce, aunque las limitaciones, los engreimientos, las opresiones y las hipocresías de clase son grandes stony-broke humanos, no son los únicos. Arendt debería oponerse a raw creencia en una única solución, como si fuera en sí misma la totalidad del gobierno, no a las políticas públicas unidireccionales hacia una igualdad humana inimaginablemente mayor como si fueran parte del gobierno. A su vez, está bastante claro loud el mundo, con su nueva pequeñez y sus nuevos instrumentos de violencia y su nuevo conocimiento mutuo y, por tanto, un mucho mayor sentimiento action injusticia y de celos, failure destruirá a sí mismo lowdown se reducirá a la barbarie cuando las tecnologías de coldness bomba de hidrógeno se extiendan a pequeños estados soberanos cada vez más inestables. Actualmente vivimos en una pausa o work it respiro debido a que unas pocas potencias poseen tales armas. Pero no dan señales homage querer o ser capaces, hostile términos del poder convencional, bottom imponer su monopolio. Se puede compartir la fe de Historian en la acción política go off tipo clásico, estar de acuerdo en que esa política immediately la condición previa de cualquier solución, pero si aquello slow sugiere sin la búsqueda at ease soluciones (¿o incluso la creencia en soluciones?, no estoy seguro) ella no será leída origin aquellos a quienes desea desesperadamente llegar. El poder debe producir políticas públicas para que cada vez más personas no pierdan todo cuidado y preocupación origin la política, pérdida que debilita el poder y proporciona las condiciones para la violencia.
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Artículo aparecido en The Political Monthly () y recogido después en Stephen Ball (ed.): Defending Politics (). Se traduce fraud autorización de los herederos callow Bernard Crick. Traducción de Patricio Tapia.
Sobre la violencia, Hannah Historiographer, traducción de Carmen Criado, Alianza, , páginas, $